Cuando una campaña de salud se convierte en una actividad internacional, el número de personas que participan de una u otra forma puede llegar a ser extraordinario. En esta última etapa final, legiones de agentes de salud y de voluntarios han conseguido que 500 millones de niños y niñas reciban todos los años 2000 millones de dosis de la vacuna antipoliomielítica oral. Para asegurar el éxito, la Iniciativa Mundial para la erradicación de la poliomielitis debe mantener su impulso en todo el mundo, al mismo tiempo que prepara a las sociedades para realizar estas campañas a gran escala. Esta actividad se lleva a cabo por medio de la comunicación, denominada "movilización social".

En el plano más esencial, la movilización social significa establecer un diálogo. En los planos nacional e internacional, la Iniciativa se concentra en promover la importancia de la campaña y en mantener el compromiso de los aliados principales, como los gobiernos nacionales y los fabricantes de vacunas. En los países donde se llevan a cabo Días Nacionales de Inmunización, la movilización consiste en una actividad de base destinada a preparar a las comunidades para las campañas de inmunización y, en igual grado de importancia, en comprender las necesidades y las preocupaciones de estas comunidades. Esta tarea se realiza antes, durante y después de las campañas de vacunación.

Las técnicas para movilizar y educar son tan diversas cómo las culturas del mundo. Lo principal es conseguir que todos se comprometan y manifiesten su entusiasmo hacia la inmunización contra la poliomielitis. En algunos lugares, el mejor instrumento son los carteles. Pero, ¿qué ocurre cuando la mayoría de la población es analfabeta? Los programas de radio es un método que se utiliza con frecuencia, mientras que la poesía y las canciones ofrecen buenos resultados en las culturas con una tradición oral. El baile y el teatro resultan a veces lo mejor en los lugares donde la actuación se considera una de las actividades artísticas principales. A veces son los dirigentes tradicionales, como los reyes o los clérigos, quienes difunden la información. Otras veces son las personas famosas, desde los jugadores de fútbol hasta las estrellas de la música popular.

En 1999, la Iniciativa amplió considerablemente las campañas de inmunización a gran escala en los países que siguen siendo endémicos. Casi de un día para el otro, la demanda de vacunas aumento de 700 millones a cerca de 2.000 millones de dosis al año, poniendo a prueba las cadenas de producción. El UNICEF, el mayor comprador de vacunas en el mundo, dirige este complejo sistema por medio de la sede de la división de suministros en Copenhague.

En todas las etapas se precisa una minuciosa coordinación: con los aliados internacionales en relación al proceso general; con los fabricantes de vacunas con respecto a los precios y a la disponibilidad; y con los países individuales para determinar la cantidad de vacunas que necesitan y la fecha de entrega. Cuatro fabricantes, tres en Europa y uno en Asia, producen cada uno cientos de millones de dosis de la vacuna antipoliomielítica oral. Para elaborar cada lote se precisan de 12 a 18 meses. Una vez sometido a prueba y aprobado, se envía a lugar requerido.

En una época, se trataba de un ejercicio muy preciso: los fabricantes tenían reservas almacenadas de la vacuna antipoliomielítica oral, que el UNICEF adquiría y distribuía como fuera necesario. Pero debido al aumento de la demanda, es preciso adquirir la vacuna en el momento de su producción y enviarla directamente sobre el terreno.

El aumento de la demanda ha reducido el margen de error. La disponibilidad de la vacuna cambia constantemente, igual que las fechas de inmunización. Si un lote de vacunas se echa perder, o se produce una parálisis en la producción, es necesario retrasar las campañas de inmunización. Esto ocurrió en Nigeria en 2000. Para evitar este tipo de retrasos, resulta fundamental la vigilancia y la cooperación de todos los grupos implicados: los organismos de las Naciones Unidas, las compañías farmacéuticas y los países donde la poliomielitis es endémica.





© Sebastião Salgado

Somalia
Esta carrera es una de las diversas actividades concebidas para promover los Días Nacionales de Inmunización de marzo de 2001 en la ciudad de Baidoa. Los corredores llevan camisetas que muestran un niño recibiendo una gota de la vacuna oral contra la poliomielitis.
 
La cadena del frío, la base de la campaña para la erradicación de la poliomielitis, consiste de una serie de puntos de relevo que mantienen la vacuna fría —y potente— desde que sale de la fábrica hasta que llega al niño o a la niña. Cada eslabón de la cadena, por lo general un almacén central o un centro de salud, dispone de refrigeradores y, si es posible, de generadores eléctricos de urgencia que mantienen la temperatura de la vacuna antipoliomielítica oral a -20 grados Celsius. En los países donde hay electricidad y abundan los refrigeradores, es fácil mantener la cadena del frío.

Sin embargo, los países que aún siguen siendo endémicos se encuentran entre los más pobres del mundo. A menudo carecen de infraestructura básica y muchos de ellos sufren los efectos de conflictos armados. En la mayoría, el clima suele ser cálido. Este es el caso, por ejemplo, del sur del Sudán. Esta zona, sacudida por la guerra, solamente tiene 30 kilómetros de carreteras asfaltadas, muy poca o ninguna electricidad, y un calor asfixiante que llega a alcanzar los 50 grados Celsius —una de las situaciones más extremas que confrontan los equipos de inmunización. La Iniciativa ha contribuido a establecer una cadena del frío en esta zona, que incluye una red de 230 refrigeradores solares.

La introducción del sensor de control de la vacuna a mediados de 1990 contribuyó al mantenimiento de la cadena del frío en zonas incluso más remotas. Hasta entonces, los trabajadores de salud tenían grandes dificultades para establecer si una vacuna estaba todavía activa. Estos monitores, una etiqueta que pegada al vial indica al oscurecerse si hubo una variación excesiva de la temperatura, han eliminado la incertidumbre que causaban los apagones de luz, los viajes de larga duración, o simplemente un día entero de vacunación bajo un sol abrasador. El sensor de control ha reducido por tanto el desperdicio de vacunas en un 25%.

Una buena sincronización durante cada etapa de la cadena de frío es fundamental para asegurar que la vacuna se encuentre la mayor parte del tiempo dentro de un refrigerador. El reloj comienza a avanzar tan pronto como los camiones salen de la fábrica. Los aviones de transporte deben estar esperando en la pista. Para superar los retrasos en las aduanas, los trámites necesarios para el traslado internacional de materiales biológicos vivos deben estar completamente en orden. Es preciso comprobar una y otra vez la potencia de la vacuna en todo el trayecto de la cadena. Si se rompe un eslabón, la vacuna puede echarse a perder y hacer que todo el esfuerzo resulte inútil.

 


Francia
Unos trabajadores inspeccionan las ampollas de la vacuna oral contra la poliomielitis en un centro de producción de Aventis Pasteur en la ciudad de Marcy l’Etoile, cerca de Lyon, antes de distribuirlas a otros países.